Gusano bajo la tierra, dormido o no, ahí está, ¿qué le digo?
¿Tomas café con leche?
Lo que me contesta es que él está ahí. Bueno, le digo, pero el frío, la tierra, el sol, los enemigos, el futuro, ¿cómo te aproximas a todo eso?
- ¿!……!.. ?
Entiendo, tú estás ahí. Me desagradas ¿sabes?
- …….
Es que estar ahí para mí es difícil. Porque debo estar quieto e incómodo, necesito el “pasar del tiempo”, no se “estar sin tiempo”. Un tic, tac, algo que se mueva y, además….. la incomodidad, el frío, los dolorcitos.
- ¿……?
El miedo a la quietud de una camilla, de un tomógrafo, cosas así en las que solo se puede pensar, si acaso, pero asediado por imperceptibles incomodidades. Un poquitín de frio en la espalda, algo de saliva en la garganta, un arnés que aprieta el estómago y no deja respirar a plenitud, el pensamiento sobre el tipo al que metían en un gran toro de metal y le ponían una hoguera abajo para que se quemara poco a poco, o la posibilidad de que el tomógrafo se contraiga y te aplaste poco a poco.
Por supuesto, al sexto día puedes incluso dormir … pero ¿qué tal que se te olvide inhalar? No, la verdad, si todo empieza a parecerte cómodo ya el tiempo no importa.
¿Será que me estoy refiriendo a la agonía potencial?
- ….
No, no digas nada, tú estás ahí, ya lo sé. Pienso si el santón de la India se pasaría igual todo el día viendo lejos si lo metemos en no, no en una nevera pero sí en una caja fría, ¿qué opinas?
- ¡……!
Si no me explican cuanto voy a estar quieto, un poquito incómodo, no me siento totalmente tranquilo. ¿Debería? ¿Todos somos algo hipocondríacos?
¿Es esto?
Tú no sabes lo agradable que es sentirse a gusto con el cuerpo.
- ¿¡……!?
Salir por la mañana y gozar del viento, o del sol, de la frescura del ambiente, de respirar y soñar con lo que harás………..
- ….
En la ciudad, sí, también puedes interesarte en los olores, aunque yo no sea mucho de oler, no importa, los aromas, el olor, que no, no implica siempre “mal olor”, sino que son los matices del aire.
Sentirte delgado, que puedes contraer un poco la barriga y sentirte físicamente muy bien, como los Kung Fu de las películas, sentir que tus pasos son ágiles, que tu desplazamiento es maravilloso, que eres fuerte, que podrías ir de cacería …………. de gusanos ……….
- ¿¡……!?
Y de otros animales, o también recolectar frutos y verduras para alimentarte y continuar sano, contento y cantar
- ….
O silbar.
La cuestión es que allá en el fondo hay incertidumbre, pero, como piensas, divagas, entonces te “entregas” a lo indefectible y, para el resto, te apertrechas psicológicamente.
- ¡….. ¡
Es el gozo vital y la tranquilidad filosófica ¿entiendes?
- …….
Bueno, quédate ahí.